Historias corrientes (Regular Show) –creada por J.G. Quintel- y Hora de aventuras (Adventure Time) –creada por Pedleton Ward- son dos series de dibujos animados estadounidenses –compradas por Cartoon Network- , estrenadas en 2010, que siguen siendo emitidas en la actualidad.
Siguiendo el modelo que marcaron programas
como Bob Esponja una década antes, Historias Corrientes y Hora de Aventuras son
series destinadas a niños, pero que han encontrado su fama en un público más
adulto. Ambas constan de capítulos de una duración de diez a veinte minutos
aproximadamente.

Historias corrientes trata el comienzo de la vida laboral de dos amigos de 23 años: Mordecai y Rigby. Ambos tienen que limpiar un parque ante la atenta mirada de su jefe Benson, junto a otros compañeros de trabajo.
Mordecai
y Rigby siempre tratan de escaquearse del trabajo. Los episodios, como indica
su nombre, empiezan con una historia corriente que degenera en dimensiones
paralelas, viajes en el tiempo, y demás situaciones fantásticas.

Hora de Aventuras narra las aventuras de Jake el perro y Finn el humano, hermanastros y mejores amigos, que viven en la tierra de “Ooo”. Este mundo es la propia tierra, transformada por la radiación consecuente de una guerra nuclear. Debido a esta radiación, los habitantes de este mundo son mutaciones del todo surrealistas. Finn y Jake viven todo tipo de aventuras, en las que tratan de ayudar a sus amigos de diferentes villanos.
Ambas series han destacado entre la audiencia debido a su carácter fantástico y surrealista. Juegan con elementos inesperados, chocantes y mágicos, pero de una manera muy natural; como si fuera lo más normal del mundo un unicornio alargado con cuerpo de arcoiris (Hora de aventuras), o viajar al pasado a través de un teléfono (Historias corrientes).
Además,
el lenguaje que usan los personajes, así
como las ironías o situaciones que se dan en algunas ocasiones duplican el
éxito de estos programas, al ser vistos por niños, jóvenes y adultos.
Ninguna
de las dos series está ambientada en una localización real. A pesar de que los
capítulos tienen relación entre unos y otros y van avanzando con el paso del
tiempo, la acción sigue el modelo de los Simpsons: cada capítulo tiene una
introducción, un nudo y un desenlace propios. Claro está que muchas acciones tienen
repercusión en los capítulos siguientes, pero normalmente los problemas se
solucionan en el mismo capítulo.
Nos encontramos, en conclusión, ante dos series muy parecidas que, aunque son vistas por niños, reciben su popularidad en los adultos. No tienen nada que ver con dibujos como Los Simpsons, Futurama o Padre de familia: los canales en los que se pueden visionar estas series son infantiles (concretamente, en España, en Boing).Por lo que… ¿nos encontramos ante un nuevo auge de dibujos animados “infantiles” para adultos?
Lucía Villalón Serrano
Fuente (de fotos e información):
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